miércoles, 3 de abril de 2013

Cuatro líneas a seguir en el Restaurante



Un Restaurante es, qué duda cabe, un negocio complejo de llevar. 

Son muchos los factores que intervienen hasta el momento en que llega el comensal y hace su pedido, desde una simple cerveza o una tapa en la barra, hasta un suculento y completo menú en el salón comedor. Sin embargo, en este post, nos gustaría detenernos en cuatro aspectos que a nosotros nos parecen fundamentales.


La imagen exterior. 


Una fachada cuidada y vidrios limpios, con un rótulo atractivo, son básicos. Si además se expone una carta gráfica y clara que muestre los platos y los precios, se favorecerá la entrada y las ganas de conocer el interior a un posible primer cliente.


La limpieza. 
Por supuesto, en nuestro Restaurante es uno de los aspectos que más se cuida. No solo debe estar impecable lo que ve el cliente, sino también lo que el cliente no ve. Podríamos decir que un Restaurante comienza a gestar su éxito en su limpieza o su decadencia cuando cae en el descuido. Tengamos en cuenta que hablamos del local en general, la barra, el comedor, los baños, la bodega, las cámaras frigoríficas, cocina y menaje, la cafetera, mantelería, cubiertos, cristalería, etc, etc,. Es un gran trabajo, que exige mucha dedicación, organización y tiempo.
Detalles del Restaurante Portichuelo de Huelva

El ambiente
Una correcta iluminación ayuda mucho a que la clientela se encuentre cómoda. Otra cosa: nada ilumina más que una buena sonrisa sincera de bienvenida cuando llega alguien al restaurante, sea para pedir mucho o para pedir poco. Eso sí que da calidez al local. En el caso de los olores, lo importante es que el local no huela a nada y esté adecuadamente ventilado. Incluso, como hacemos en el Portichuelo, guardamos los olores de lo que se prepara en la cocina. Un comensal que come un brazuelo de cordero no tiene por qué estar acompañado del olor de un pescado al horno. Y mucho menos, tras tomar una copa de vino en la barra, salir con el olor a comida en la ropa.
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Política de precios. 
En realidad, no hay Restaurantes caros o baratos. Lo que hay son establecimientos donde se come bien, o menos bien. Si comes mal, aunque haya un rango de precios medio o bajo, no te sentirás satisfecho, y te queda el runrún de “por qué no habré ido a tal sitio, que hubiera pagado un poco más pero hubiéramos comido mejor”.
Ahora, si has comido bien, en cantidad y calidad, con un buen servicio, nunca te va a parecer caro. Saldrás con la satisfacción de haberlo gastado bien. Por eso, son Restaurantes en los que siempre piensas cuando hay una ocasión, o a los que acudes y repites cada cierto tiempo. Es cuando se llega a aquello tan perseguido de “tener una clientela fiel”, porque saben que en ese Restaurante no te fallan.
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En nuestro y vuestro Restaurante Portichuelo, intentamos cumplir con estos cuatro puntos principales, aunque sin duda, no debemos dejar de lado la mejora continua y siempre hay aspectos donde los clientes nos hacen sugerencias y nos sirven para ofrecer un servicio mejor.

¿Alguien echa de menos algún punto sobre el que no hayamos dicho nada?. Enviad vuestros comentarios, que siempre serán bien recibidos.